Los reinos germánicos y el Imperio bizantino
Los reinos germánicos y el Imperio bizantino
La caída del Imperio romano:
En el año 395, el Imperio romano se dividió en dos partes, el Imperio romano de Occidente y el Imperio romano de Oriente. El fin de la Antigüedad se produjo con la caída del Imperio romano de Occidente. Este acontecimiento dio inicio a la Edad Media, periodo
que se extendió entre los siglos V y XV.
Las invasiones bárbaras
Entre los siglos IV y VI, se produjo un gran proceso migratorio de pueblos bárbaros o extranjeros, principalmente de tribus germánicas provenientes del norte y el oriente de Europa, que cruzaron los ríos Danubio y Rin para ingresar al Imperio romano de Occidente.
Entonces el imperio experimentaba el impacto de las epidemias, las hambrunas, el empobrecimiento y la incapacidad para defender sus limes o fronteras.
En consecuencia, Roma pactó la federación de algunos pueblos bárbaros, lo que significó el establecimiento de alianzas políticas y militares a cambio del reconocimiento de la soberanía de Roma.
Algunas tribus germánicas como los vándalos, los visigodos, los francos, los anglos y los sajones ocuparon provincias del imperio y fundaron reinos. Los hunos con el liderazgo del rey Atila, efectuaron una campaña militar y fueron derrotados en el año 453 gracias a una
alianza entre romanos, visigodos y francos.
Los bárbaros asumieron un papel dominante en las legiones romanas con lo que obtuvieron una gran in
fluencia política. De tal modo, el líder bárbaro Odoacro depuso al emperador Rómulo Augústulo en el año 476, lo que dio fin al Imperio romano de Occidente.
Los reinos germánicos
Tras la caída del Imperio romano de Occidente, los reinos germánicos asumieron el control político y militar de Europa, ocupando el territorio de las antiguas provincias romanas.
Entre los reinos germánicos se destacaron:
• El reino de los visigodos se extendió entre el río Loira y la península ibérica, en la antigua provincia de Hispania y parte de Galia.
• El reino de los vándalos ocupó la antigua provincia de África, en el actual país de Túnez; su capital era Cartago.
• El reino de los francos se extendió por la mayor parte de la antigua provincia de Galia después de someter a otros pueblos bárbaros, como los burgundios.
• El reino de los ostrogodos se localizó en la península itálica y dominó ciudades como Roma, Milán y Rávena, que fue su capital
Cambios en los reinos germánicos
El auge de los reinos germánicos estuvo acompañado de cambios sociales, económicos y culturales:
• Las leyes germánicas, basadas en la costumbre, dieron paso a códigos escritos en latín.
• Los pueblos germánicos se convirtieron al catolicismo y dejaron el arrianismo, considerado como
una herejía por la Iglesia.
• Roma dejó de ser la principal ciudad y el Mediterráneo perdió su importancia económica. Como efecto, el comercio disminuyó y las ciudades decayeron.
• La extensión de los cultivos disminuyó. Por lo tanto, el consumo de miel, manteca y cerdo sustituyó a la dieta romana basada en el trigo y la vid.
• La adquisición de propiedades por la realeza condujo a una mayor estratificación social.
El Imperio bizantino
Mientras que el Imperio romano de Occidente cayó y dio paso a los reinos germánicos, el Imperio romano de Oriente, también llamado Imperio bizantino, conservó su unidad territorial y siguió siendo gobernado hasta 1453 por un emperador que residía en Constantinopla.
La cultura del Imperio romano de Oriente fue producto de la fusión entre las instituciones romanas, la cultura griega y la religión cristiana.
El Imperio bizantino se extendió por la península de Anatolia, la península de los Balcanes y la costa oriental del mar Mediterráneo, y estuvo formado por centros urbanos, comunidades de pequeños propietarios y grandes dominios de la Iglesia y el emperador.
La administración del imperio
El emperador ejerció el control de todos los aspectos de la vida social, política y religiosa, es decir, el imperio fue administrado de manera centralizada. Además, fue asistido en sus funciones gubernamentales por una burocracia profesional de tipo civil, mientras que la defensa del imperio fue asumida por un ejército formado por campesinos y mercenarios.
El cargo más importante de la burocracia bizantina fue el de logoteta o secretario de la administración imperial, el cual fue desempeñado por algunos intelectuales. Por su parte, los títulos militares más relevantes fueron los de exarca (gobernador militar de un territo-
rio fronterizo), doméstico (comandante de la guardia del emperador) y catapán (líder de una provincia de gran importancia marítima).
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